sábado, 18 de febrero de 2012

Cuento de Navidad



 La esencia de la Navidad es el amor


Ha empezado a nevar, ahora dejará de hacer tanto frió y podré transitar sin miedo a que se me congele el secreto que llevo custodiando desde hace miles de años… o tal vez, solo hace un año. Lamento todo ese desgaste para nada, toda esa perdida de inocencia que solo se tiene cuando se es niño.

Como ya es habitual en la esquina y bajo el farol encendido se encuentran dos Señoras muy bellas, una vestida con una capa negra salpicada de puntitos diminutos de muchos colores, luciendo unos guantes a juego y su larga melena pelirroja, suelta meciéndose con el viento.
- Buenas noches amiga, dijo con fingida sorpresa.
- Buenas noches, veo que has vuelto. Eres fiel a tu cita, aunque pienso que un día de estos, no aparecerás… dijo sacudiendo su corta melena que se estaba empezando a llenar de copos blancos.
- Bonito abrigo llevas
- Gracias, me lo regalaron mis hermanas al empezar el invierno. Solo le tuve que cambiar los botones que eran también de color verde y no destacaban. ¿No crees que le quedan mejor estos dorados y cosidos en hilera de a dos?
- Jajaja, tan coqueta como siempre. ¿Y bien como te ha ido el día?
- Pues mal, muy mal. Estoy muy preocupada, al ver lo que pasa creí sinceramente que no te volvería a ver.
- No seas pesimista, cada vez que nos vemos me dices lo mismo. ¿Y tú, que haces por evitar que eso ocurra?
- Pobre de mí. Ya nadie confía en mi trabajo y eso que no paro en todo el día, voy de aquí para aya sin descanso repartiendo noticias… Ayer sin ir mas lejos, cuando volvía del hospital infantil y al llegar a la altura del mercado nuevo vi como detenían a un pobre anciano por haber robado dos manzanas y una naranja, me acerque a el y le susurre al oído que no se preocupara que el policía que teníamos delante era un buen hombre y se apiadaría de el por que sabía que el hambre era mala consejera y peor compañera.
- ¿Y que pasó?
- Lo de siempre, que el policía todavía no había hecho ninguna detención en toda la semana y aunque el pobre viejo le daba pena… el tenia que salvar su puesto trabajo porque esta semana no llegaba al objetivo “5 detenciones” marcado por sus superiores y entonces no cobraría la prima que tanto necesitaba para comprarle a su hijo Juanito la nueva play steison psc IV tridimensional de color rojo que tanto había insistido en la carta a los reyes magos. Y eso que el año pasado le trajeron la play steyson súper plus III psc, pero claro esa ya está anticuada, te das cuenta de cuanto avanza la tecnología en estos tiempos…

Mientras las dos amigas, seguían con su charla casi tan igual cada año, muy cerca de allí un niño lloraba desconsolado delante del escaparate “”Compra y Venta de libros usados”” El niño miraba fijamente un libro recopilatorio de los mejores cuentos de los hermanos Grim. Una señora muy adornada con su abrigo de pieles y manos enfundadas, que pasaba por allí le pregunto al pequeño porque lloraba, cuando este le explicó que era por el libro de cuentos. Ella le explico que si había sido bueno por reyes seguro que se lo dejaban como regalo. El chiquillo la miró con unos ojos muy abiertos y le espeto casi gritando – Ese libro era mío y mis padres lo han vendido junto con otros enseres para comprar la cena de esta noche. La señora sobresaltada por los gritos del pequeño, solo atino a acariciarle cabeza con ternura y se dio media vuelta, pensando que no entendía como algunos padres traen hijos al mundo si luego no pueden alimentarles como es debido.

En la esquina donde seguían su charla las dos amigas, se les acerco un viejo harapiento que arrastrando un carro lleno de trastos y ropa sucia iba cantando… una canción indescifrable para cualquiera que lo escuchara excepto para él, que no paraba de sonreír mientras tarareaba con una constante e insufrible voz de borrachín.
- Amigo porque estas tan contento le pregunto la señora de la capa negra con puntitos de muchos colores.
- Porque hoy es mi día de suerte señora, al levantar un cartón me he encontrado una moneda de euro y me he comprado una botella de vino y con lo que me ha sobrado mire usted que puro más hermoso me voy a fumar esta noche.

El hombre siguió su camino sin detenerse y al girar la esquina vio al niño que lloraba y se le acerco. De pronto tropezó con algo y el niño corrió a su encuentro como si el pudiera parar la caída que de seguro iba a dar con sus huesos al suelo
- ¿Porqué lloras pequeño? El niño le contó toda la historia y el viejo mirando a través de los cristales entro en la tienda. Era imposible… el pequeño no entendía como pero aquel hombre sucio, pobre y seguramente borracho porque olía a vino, salía de la tienda con su preciado libro.
- Toma, esto es tuyo. El niño no se atrevía a alargar su mano para cogerlo y con voz trémula por la emoción y el frío de la tarde ya casi noche le preguntó.
- ¿Pero porque me lo da? ¿Cómo lo ha conseguido, si usted es pobre como yo?
- Si hijo soy pobre, pero en una noche como esta. Jamás un niño se quedó sin respuesta… Anda hijo ve a casa que tus padres te estarán esperando angustiados. Porque hace mucho frío y está empezando a nevar…
- ¿Y tú, donde dormirás esta noche?
- ¡Yo¡, tengo una reunión con mis amigos, ahí junto al parque. No te preocupes el bueno de Roque seguro que ya ha encendido la hoguera donde nos calentaremos. Compartiremos y cada uno aportará lo que pueda yo llevo estas dos manzanas y una rica naranja. También llevo un lujo que ninguno de ellos espera…
- Gracias señor, por conseguir mi libro. Prometo que lo cuidaré…, el niño empezó a caminar rumbo a su casa. Mientras el viejo, se echó la mano al bolsillo y miró hacia las estrellas, suspiró he increpo al cielo…- ¿Que esperabas? Que dejara que el pequeño perdiera la fe, la esperanza… otra vez, será la que nos fumemos ese maravilloso puro. Se que Roque y los chicos lo entenderán…

Desde la misma esquina las dos amigas ya se despedían. La dama del abrigo verde dijo;
– Buenas noches y hasta nuestra nueva cita. Sabes tienes razón cada año pienso que será el último en verte y cada año vuelves. Adiós, amiga Esencia de Navidad.
- Adiós amiga Esperanza, sin ti no podría volver cada año.


Es mi deseo que estas dos amigas se encuentren no una vez al año. Sino tooooodos los días para que este mundo en el que vivimos sea más justo, más solidario. El mensaje es que no perdamos de vista a la señora Esperanza…, ella siempre sabrá donde encontrarse con Doña esencia de la Navidad. Dama que solo debe representar el amor por nuestro prójimo.

No esperemos a Navidad...

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